jueves, 17 de agosto de 2017

Decepciones...



...y ahí estaba ella, en todas partes, para todos...para nadie...

¿Qué pasa cuando encontramos lo que estábamos buscando y al mismo tiempo no queríamos encontrar? Es natural que sintamos esa decepción aunada a desilusión, aún así ya supiéramos que tipo de cosas encontraríamos al estar removiendo datos y datos (digitales, mentales y sentimentales).

La decepción viene acompañada muchas veces de olvido, de alejamiento, simplemente dejar que lo idealizado se revuelque en el lodo junto a la desilusión y el pecado del querer.

Y ahí estaba él, en su habitación, sentado a mitad de la cama y explorando mundos sinuosos, mundos digitales, mundos psicóticos y psicodélicos de su intrincada mente, buscando y encontrando lo que nunca quisiera haber visto, sentido o pensado.

Aquella viajera y ladrona, resultó convertirse en quien le daría estas grandes decepciones y desilusiones. No porque ella así lo quisiera, no porque él así lo quisiera; en estos momentos quien lo hacía era la situación, la conjunción de vidas y prejuicios, albures y tabúes, demonios y dragones, caballeros en contra de putas princesas que no querían ser rescatadas, es más, no lo necesitaban.

Huelga decir que el chico terminó con un enmarañado sentimiento y pensamiento, que le quería hacer gritar, llorar, reclamar, olvidar, preguntar e ignorar al mismo tiempo. ¿Que hacía? ¿No acaso ya se había acostumbrado? ¡NO carajo, NO! ¡Nadie se acostumbra a eso!, no tiene porque.

Simplemente se tiró hacia atrás, volvió a colocarse sus audífonos y dio play a esa corta lista de canciones que le recordaban que ella simplemente fue una perfecta imperfecta en su vida...y así le encantaba...así la quería.

...y un "hasta siempre" quedó en un mensaje que jamás sería leído...


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